Acá el silencio se convierte en sonido, no vale el tiempo pero valen las memorias. No se cuentan los segundos, se cuentan historias.
Imagínate, dos personas extraviadas en la nada misma, arrastrando toda su soledad, sus problemas, sus lagrimas sin consuelo, sus pocas ganas de seguir viviendo. Imagínate a dos personas que viven en direcciones contrarias, y se sientan al borde de un abismo profundo a descansar el alma y el corazón partido. Imagínate dos personas que ya habían perdido las esperanzas, las ilusiones y las ganas de soñar todo por culpa de sus orgullos y rencores, sus experiencias fallidas, y los golpes de la vida que nunca pudieron sanar. Imagínate dos personas que están a un par de centímetros nomas y en un abrir y cerrar de ojos, sus miradas se cruzan, se iluminan, se enamoran. Imagínate como dos personas que nunca en su vida esperaron encontrarse ni mucho menos conocerse, se quisieron tanto, que antes de acabar con sus vidas prefirieron volver a empezar..