Acá el silencio se convierte en sonido, no vale el tiempo pero valen las memorias. No se cuentan los segundos, se cuentan historias.
"[...] Pero los grandes amores no acaban nunca, sus historias no se deshacen, ni se borran. Pudiera parecer que mueren, pero renacen, aunque uno alguna vez tema nombrarlos y guarden para siempre esa dulzura dolorosa."


Las cosas se acaban cuando nosotros decimos basta. No cuando los demás lo dicen por nosotros. Si queremos seguir intentando, nadie nos puede decir que no, nadie nos puede negar una segunda, tercera, hasta una séptima oportunidad. Incluso en el amor se puede seguir intentando. Y aunque fallemos, siempre va a haber una chance para intentarlo otra vez.