Acá el silencio se convierte en sonido, no vale el tiempo pero valen las memorias. No se cuentan los segundos, se cuentan historias.

Para mí, es diferente dar, que regalar, que invertir.

En el dar hay implícita una doble dirección: doy recibiendo. Cuando doy, algo que es mío pasa a ser tuyo y en el mismo instante algo tuyo -tu aceptación- pasa a ser mío.
En el regalar, en cambio, no hay bidirección; te brindo algo pero no recibo nada. Cuando te regalo, te paso algo que de alguna manera siempre fue tuyo. (Te compro un disco: lo compro para vos pero nunca fue mío.)
Por ultimo, llamo invertir a la actitud de brindaresperando compensación posterior y si es posible con intereses. Cuando hago una inversión  no te doy ni te regalo, solo te presto algo, que sigue siendo mio y que de alguna forma espero me devuelvas, ademas del rédito que me corresponde.
El autodiagnóstico es fácil: cuando doy, estoy recibiendo; cuando regalo, no recibo ni lo haré; cuando invierto, espero recibir algo del otro.